
Cirugía de Vías Lagrimales
Las vías lagrimales son los conductos encargados de recolectar y eliminar la lágrima tras ser producida en la superficie ocular. Se encuentran ubicados entre ambos párpados y la nariz.
Éstas se pueden obstruir por diferentes causas, generalmente en mujeres sobre los 40 años de edad, aunque existen casos pediátricos (llamado obstrucción congénita de la vía lagrimal).
Cuando ésto ocurre el síntoma principal es el lagrimeo el cual inicialmente puede ser de carácter intermitente bajo ciertas condiciones ambientales (viento, frío, aire acondicionado) para luego hacerse constante en obstrucciones completas. Puede estar asociado a secreción ocular, cuadros de conjuntivitis a repetición o incluso a sintomas inflamatorios más severos en el tercio interno del párpado inferior cuando se produce una infección del saco lagrimal (dacriocistitis).
Se debe diferenciar si la sintomatología es producida por un aumento en la producción de lágrimas (conjuntivitis infecciosas o alérgicas, cuerpos extraños, malposiciones palpebrales etc) o por un trastorno obstructivo de la vía lagrimal.
Luego se debe determinar con diferentes pruebas clínicas a que nivel se encuentra obstruido para poder seleccionar el tipo de tratamiento quirúrgico.
En caso de obstrucciones a nivel de la entrada de los conductos lagrimales (puntos lagrimales) se realiza un procedimiento minimamente invasivo con anestesia local llamado puntoplastía, el cual busca generar una reapertura y así eliminar el lagrimeo.
Por otro lado, la dacriocistorrinostomía es el tratamiento quirúrgico de elección cuando existe una obstrucción a nivel bajo en el conducto lacrimonasal. Su objetivo es reestablecer el flujo de la lágrima hacia la fosa nasal, creando una especie de “ bypass” a través de un orificio óseo. Es un procedimiento que generalmente se realiza bajo anestesia general y de carácter ambulatorio, existiendo multiples técnicas disponibles siendo la vía externa y la endoscópica las más utilizadas.